Como muchas ciudades costeras de todo el mundo, la ciudad de Nueva York se está hundiendo. Año tras año, la velocidad de su descenso es prácticamente imperceptible, pero con el tiempo esos milímetros se acumulan: hoy la ciudad es 22 centímetros más baja que en 1950, un número que tiene serias implicaciones para los vecindarios frente al mar que deben lidiar con tormentas cada vez más extremas. El aumento del nivel del mar no es el único culpable detrás del…