HomeCONTEXTOANTROPOLOGÍAHistoria de la Ñ

Historia de la Ñ

Publicado el

por Esther Nieto Moreno de Diezmas

La letra eñe es emblema del español, lengua materna de casi 500 millones de personas en todo el mundo.

Pero ¿cuál es el origen del sonido y de esta curiosa letra? ¿Por qué no encontramos la letra “eñe” en otros idiomas en los que sí que aparece el sonido? ¿Es la “eñe” patrimonio exclusivo del español?

El origen del sonido

La letra “eñe” representa un sonido que no existía en latín y que, sin embargo, encontramos en la mayoría de las lenguas romances (italiano, portugués, francés, castellano, etc.). Este sonido se define como nasal (con salida del aire por la nariz), palatal (la lengua se apoya contra el paladar duro) y sonoro (las cuerdas vocales vibran).

Para comprender el origen de este sonido, hay que tener en cuenta que, además del latín culto, las gentes del imperio hablaban lo que se denomina “latín vulgar”. De manera que era corriente en todo el imperio el uso de particularidades en la pronunciación y simplificaciones morfológicas y sintácticas.

Uno de estos fenómenos fue la tendencia a la palatalización de la “n”, que dará lugar al sonido “ñ”, en tres contextos principales:

1. “NI/NE”+vocal: Cuando en latín aparece el grupo “NI” o “NE” seguido de otra vocal, la “n” se contagia del sonido de las vocales palatales y termina adoptando el sonido “eñe”. Tal es el caso del latín VINEA, que da lugar a “viña”, (castellano), “vigne” (francés), “vigna”, (italiano), “vinha” (portugués) y “vinya” (catalán).

2. “GN”: El sonido aparece también por evolución de –GN– como en AGNELLUS o AGNUCULUS (corderito), de donde deriva el francés “agneau”, el italiano “agnello”, el castellano “añojo” o el catalán “anyell”.

Más en New York Diario:  El derecho a las armas

3. “NN”/“MN”: el esfuerzo articulatorio empleado para pronunciar los grupos –NN– y –MN– también desembocó con el tiempo en el sonido “ñ”. Así ocurre en “año” (castellano), que procede del latín ANNUS, o “sueño” (castellano), “sogno” (italiano) o “sonho” (portugués) que provienen del latín SOMNU.

El origen de la grafía ‘ñ’

En la Edad Media, los copistas y escribanos se encontraron con un nuevo sonido para el que no existía una letra, por lo que lo transcribían atendiendo a la etimología latina como “ni+vocal”, “gn” o “nn”.

Para ahorrar tiempo, y, sobre todo, papel y tinta, era muy frecuente el uso de abreviaturas. La “nn” se abreviaba con una “n” con una virgulilla encima, y así es cómo, por motivo de economía, nace nuestra letra “ñ”.

La labor de Alfonso X el Sabio en el siglo XIII fue fundamental para seleccionar y fijar la “eñe” como única grafía para representar el sonido nasal palatal.

Más tarde, la primera Gramática Castellana publicada por Antonio de Nebrija en 1492, reconoce el estatus de la “ñ” y de su sonido diferenciado respecto de la letra “n”.

Por su parte, en el primer diccionario general monolingüe del castellano, el Tesoro de la lengua castellana o española de Sebastián de Covarrubias (1611), la grafía “eñe” aparece en interior de palabra. Sin embargo, y, a pesar de su total implantación, habría que esperar al diccionario de la Real Academia Española de 1803 para que apareciera como letra inicial diferenciada.

La adopción de “ñ” como abreviatura de “nn” es la solución adoptada en castellano y gallego. En italiano y francés la palatalización nasal quedó representada por el dígrafo “gn”, otro de los grupos latinos que dio lugar al sonido. En catalán, se representa por el grupo “ny”, y en portugués, como en occitano, como “nh”.

Más en New York Diario:  Transitoriedad y abundancia en la nueva sociedad de servicios

La ‘ñ’ alrededor del mundo

Como se ha visto, el sonido aparece en la mayoría de las lenguas que proceden del latín, pero no solo en ellas. También lo encontramos en idiomas diversos, desde lenguas de origen eslavo como el checo (con su “Ň”) o el polaco (con su “ń”), hasta en lenguas amerindias y senegalesas.

Por influencia del castellano, la grafía “ñ” está además presente en las lenguas filipinas, así como en el guaraní, quechua, mapuche y aimara, entre otras. En Estados Unidos, la “ñ” se encuentra en términos de origen español como “piña colada” y “El Niño”. La comunidad latina reivindica el respeto de esta grafía presente en multitud de apellidos como “Peña” o “Núñez”.

A pesar de que no tengamos la exclusividad de la “ñ”, es, indudablemente, icono del español en el mundo. Además, representa la lucha por la identidad cultural, y hasta resistió al intento de estandarización de teclados sin la letra “ñ” en 1991, encontrando insignes defensores como Gabriel García Márquez y Mario Vargas Llosa, entre otros.

Fuente: The Conversation

Últimos artículos

15 consejos para visitar Central Park con inteligencia y dignidad

por Mara Taylor Central Park no es un parque. Es una representación, una negociación, un...

15 Tips for Visiting Central Park with Intelligence and Dignity

by Mara Taylor Central Park is not a park. It’s a performance, a negotiation, a...

Apoyar y pasar

por Marcelo Pisarro Hay que desearle una larga vida a la MetroCard ahora que está...

Nueva York habla español

por Sarah Díaz-Segan Nueva York hablada en español es un fenómeno que podría parecer trivial,...

15 consejos para visitar Brooklyn como si fueses local

por Mara Taylor Brooklyn no es un parque temático ni un espacio neutral para el...

15 Tips for Visiting Brooklyn Like a Local

by Mara Taylor Brooklyn isn’t a theme park, nor is it a neutral ground for...

El culto a la autenticidad

por P. Kerim Friedman Me sorprende que tanta gente crea que uno se convierte en...

El desmantelamiento público de la ciencia

por C. Brandon Ogbunu Las instituciones científicas están en plena crisis. Ninguna diplomacia ni caridad...

Un árbol crece en Brooklyn

por Rachel Gordan Hace ocho décadas, en el invierno y la primavera de 1944, la...

Oh, genial: las ratas están bien preparadas para el cambio climático  

por Matt Simon Las ratas están mejor adaptadas a las ciudades que los humanos que...

Cafeterías de Brooklyn

por Haley Bliss Una cafetería nunca es sólo una cafetería. En Brooklyn, el café es...

Espacios verdes informales

por Matt Simon Puede que no lo hayas notado, pero una mariposa o una abeja...

Contra la ciencia

por Claudia López Lloreda La confianza pública en la ciencia ha estado en el centro...

San Valentín: Amor, dinero y sentimientos prefabricados

por Haley Bliss Cada febrero somos testigos de un curioso fenómeno antropológico: el día de...

Valentine’s Day: Love, Money, and Prefabricated Meanings

by Haley Bliss Every February, we witness a curious anthropological phenomenon: Valentine's Day, a commercial...

Sigue leyendo

15 consejos para visitar Central Park con inteligencia y dignidad

por Mara Taylor Central Park no es un parque. Es una representación, una negociación, un...

15 Tips for Visiting Central Park with Intelligence and Dignity

by Mara Taylor Central Park is not a park. It’s a performance, a negotiation, a...

Apoyar y pasar

por Marcelo Pisarro Hay que desearle una larga vida a la MetroCard ahora que está...