por Naoufal Enhari
En una tarde soleada de otoño, William Zhumi Hidalgo, de 12 años, luchó para subir con su silla de ruedas unos cuantos escalones que conducían a la ladera de Sunset Park en Brooklyn. Su madre caminó instintivamente detrás de él, en caso de que necesitara ayudarlo a subir la empinada entrada del parque.
Este momento en las escaleras fue indicativo de los innumerables obstáculos que enfrenta William en su vida cotidiana, que incluye un largo viaje a una escuela que puede brindarle los servicios de accesibilidad que las escuelas de su vecindario no pueden.
En el año escolar 2021-2022, había 217.688 estudiantes con discapacidades en el sistema de escuelas públicas de la ciudad de Nueva York. Eso es uno de cada cinco estudiantes.
La escolarización de los estudiantes con discapacidades se vio obstaculizada durante mucho tiempo por una variedad de problemas de accesibilidad y educación, incluyendo la escasez de clases preescolares de educación especial, instrucción de alfabetización y apoyo conductual inadecuados, problemas con el transporte y una falla constante en la prestación de servicios de traducción e interpretación.
Los problemas son especialmente frecuentes en los barrios de inmigrantes y de bajos ingresos.
En Sunset Park, más de sesenta familias, incluidas 37 que hablan español, tienen al menos un hijo o una persona con discapacidad que debe asistir a una escuela fuera del vecindario debido a problemas de accesibilidad, dijo Laura Espinoza de Visión Futuro, un grupo de apoyo para familias con niños con necesidades especiales. El número real podría ser mayor dado que algunos padres son reacios a comunicar públicamente la discapacidad de sus hijos, dijo.
Las dificultades de las familias
Los edificios de las escuelas públicas varían en los niveles de accesibilidad. Casi 400 de 1400 escuelas públicas tienen una clasificación de Perfil de Accesibilidad de Edificios de cinco o menos de diez. Más de 700 se consideran parcialmente accesibles, según datos del Perfil de Accesibilidad de Edificios del DOE.
“Es un sistema realmente injusto e inequitativo”, dijo Maggie Moroff, coordinadora sénior de políticas de educación especial en la organización sin fines de lucro Advocates for Children of New York. “Y cuantos más recursos tenga la familia, es más probable que puedan navegar por el sistema, comprenderlo, complementarlo y todas esas cosas”.
William tiene espina bífida, que lo paraliza de cintura para abajo. También sufre de hidrocefalia, una acumulación anormal de líquido en el cerebro, lo que le dificulta concentrarse y le causa otros problemas de salud.
Dado que ninguna escuela secundaria en Sunset Park brinda acceso a un ascensor y apoyo médico y académico, su madre, Lidia Hidalgo, dijo que se vio obligada a optar por una escuela accesible fuera de su vecindario, en Kensington.
Pero debido a que vive fuera de la zona de esa escuela, el autobús que lo recogía como el primer estudiante de la mañana también lo dejaba como el último en la tarde. Su viaje diario a la escuela totalizaba más de tres horas.
“Es demasiado tiempo en el autobús escolar. No es bueno para él, lo marea y no puede concentrarse”, dijo Hidalgo.
Según el DOE, la mayoría de los estudiantes con discapacidades asisten a la escuela de su zona o distrito. Otros asisten a programas especializados en escuelas del distrito o en una escuela que cumple con sus necesidades específicas de accesibilidad.
Los padres de William dijeron que tuvieron que tomar decisiones costosas para que no tuviera que tomar el largo viaje en autobús dos veces al día. Ahora, su padre lo lleva a la escuela todas las mañanas, por lo que renunció a su empleo de tiempo completo como camionero para servir mesas por la noche, dijo Hidalgo.
Hidalgo, ama de llaves, también renunció a oportunidades de trabajo para poder ver a William en la escuela durante el día y brindarle la atención personal y médica que necesita.
“Es demasiado”, dijo Hidalgo, quien se mudó de México a Sunset Park hace veintidós años. “Voy dos o tres veces al día. Y a veces cuando hay un problema con el autobús, me llaman de la escuela y termino yendo por cuarta vez a recogerlo”.
Una necesidad urgente
El DOE debe “evaluar de inmediato las necesidades de educación especial en Sunset Park y otras comunidades” para brindar los servicios necesarios, dijo Espinoza, quien desde hace mucho tiempo aboga por un mejor acceso a la educación especial en las comunidades de inmigrantes.
“Esto ahorrará tiempo, esfuerzo y dinero” para la ciudad, los padres y los estudiantes, dijo. Los viajes más largos afectan el bienestar y el rendimiento académico de los niños.
Cuando se le preguntó si el DOE estaba al tanto de los problemas de accesibilidad de las escuelas de Sunset Park y qué medidas se están tomando para abordarlos, un vocero respondió con una declaración por correo electrónico: “Todos los estudiantes de la ciudad de Nueva York tienen derecho a una escuela que tenga la gama completa de programas y servicios que necesitan para alcanzar su máximo potencial. Estamos comprometidos a construir programas escolares públicos de alta calidad para atender a todos nuestros estudiantes con discapacidades”.
En una audiencia de supervisión del Concejo Municipal, el 21 de septiembre de 2022, la presidenta del Comité de Educación, Rita Joseph (D-Brooklyn), dijo que el sistema de educación especial del DOE estaba “roto”.
El departamento, dijo, “falla año tras año en brindar a los estudiantes con discapacidades las instrucciones y el apoyo que necesitan para tener éxito en la escuela.”
Por el momento, William y su madre tienen la esperanza de que para el próximo año pueda asistir a una escuela secundaria accesible en Sunset Park. En el sitio web del DOE, Sunset Park High School está marcada como accesible, PS 371 no lo está.
“Realmente lo espero”, dijo Hidalgo. “No podemos pasar por todo esto de nuevo”.
Fuente: NYCity NewsService/ Traducción: Tara Valencia