HomeCONTEXTOIDEASSin buena planificación no hay buenos propósitos de Año Nuevo

Sin buena planificación no hay buenos propósitos de Año Nuevo

Publicado el

por Josefa Ros Velasco

A estas alturas del 2023 muchos nos estamos preguntando, como ya es costumbre por estas fechas, qué está pasando con aquellos loables propósitos de Año Nuevo que nos planteamos en pleno subidón de las fiestas navideñas.

Empujados por una borrachera de optimismo –o, si se prefiere, por una sobredosis de dopamina–, cuando empezó el nuevo año proyectamos en nuestra mente la imagen de la persona que seríamos en adelante. Una más organizada, con más tiempo para disfrutar de la familia, de las aficiones. Una que practica hábitos más saludables, enfocada hacia esas metas a las que aspiramos.

Puede que el primer conflicto al que nos enfrentamos fuera: ¿empiezo el día uno o espero a que pasen los Reyes? No importa, nos encontrábamos con fuerzas suficientes para superar cualquier tentación marcada por el calendario. Nuestros objetivos no son cortoplacistas, sino que encarnan auténticos cambios para dar forma al nuevo y mejorado “yo” que tanto deseamos. Sabemos que nos tendremos que enfrentar a muchos obstáculos por el camino, pero ¡nada nos puede parar!

Sin embargo, un mes después, algunos ya hemos abandonado la dieta, seguimos llamando a nuestros padres solo diez minutos al día para cumplir con nuestra obligación, no separamos los plásticos y el papel del resto de las basuras, y únicamente pisamos el gimnasio para hacer el pago de la matrícula. En los peores casos, la frustración ante la incapacidad de comprometernos con nuestros propios fines nos está haciendo “efecto rebote”.

Foto: Sander Sammy

¿Qué nos lleva a fracasar en el intento año tras año? La respuesta es obvia: naufragamos por culpa de una mala planificación. Las buenas intenciones, la voluntad, no son suficientes en ningún caso. No basta con tener claro el “qué”, también hay que trabajar con ahínco en el “cuándo”, el “cómo” y, lo más importante, el “por qué”.

Más en New York Diario:  Vagabundos de este asombroso universo

El regreso de las vacaciones es una fecha problemática

Uno de los principales errores que cometemos es marcarnos una fecha problemática para iniciar el cambio. El momento de vuelta a la rutina, a las obligaciones, al ritmo vertiginoso del día a día, después de un periodo de vacaciones caracterizado por la relajación y el júbilo, no es quizá el más propicio para introducir novedades, pues constituye un cambio en sí mismo –además, bastante estresante–. Esto vale tanto para los que se plantean propósitos de año nuevo como para los que lo hacen al inicio del curso lectivo, tras la pausa del verano.

Es preferible ir recuperando las agendas poco a poco e introducir pequeñas variaciones paulatinamente. Lo cual nos lleva directamente al “cómo”: no tiene sentido lanzarse a por todos los objetivos al mismo tiempo. Esto nos puede hacer sentir abrumados. A lo sumo, en el momento en el que fracasemos a la hora de lograr uno de ellos, el globo de la ilusión se pinchará, nuestras fuerzas disminuirán y los demás propósitos empezarán a caer uno tras otro como fichas de dominó.

Concentrar energías en el propósito más asequible

Si queremos realizar un gran cambio es mejor no tener prisa. Los éxitos duraderos se cuecen a fuego lento. Tendremos más garantías si comenzamos por concentrar todas nuestras energías en uno de los propósitos escogidos: por ejemplo, el más asequible.

Foto: Tony Tran

Una vez esté delimitado, es importante visualizar distintas vías para alcanzar nuestro objetivo. Sabemos que existen muchas carreteras para llegar a un mismo destino, pero algunas de ellas son traicioneras. Debemos evitar las soluciones que prometen resultados inmediatos. Pienso en las estrictas rutinas de entrenamiento para personas que jamás han hecho deporte o en las dietas relámpago para perder diez kilos por semana.

Más en New York Diario:  El museo viviente de Nueva York

El exceso de repetición o las demandas desproporcionadas pueden generar una ruptura entre expectativas y resultados. Volviendo a los ejemplos anteriores, los planes de dieta o de entrenamiento para obtener efectos inmediatos –es sabido por todos– son sumamente monótonos y exigentes. Tanto la monotonía como la exigencia en exceso nos harán presas del aburrimiento; una por escasez de estímulo, la otra por sobreabundancia.

Pies en la tierra y tierra en los pies

El aburrimiento nos hará sentir un deseo irrefrenable de abandonar nuestros propósitos para siempre. Para no llegar a estos extremos, es preciso proyectar un plan de actuación variado y adaptado a nuestras capacidades y recursos. Está bien plantearse nuevos retos, pero huelga decir que nuestro mejor aliado en esta travesía es tener los pies en la tierra.

Seamos realistas. Todos querríamos aprender inglés en un mes con uno de esos cursos intensivos que prometen milagros en cuatro semanas, pero quizá es más conveniente compaginar durante un periodo de tiempo prolongado una academia un par de veces por semana con actividades de inmersión, visionado de series en versión original e intercambios puntuales con nativos.

La clave última para no rendirnos enseguida es tener muy claro por qué queremos cambiar aspectos de nuestra vida o de nosotros mismos. Somos un ser en constante transformación que no solo necesita estar en movimiento para evitar un estancamiento que detesta (la llamada “zona de confort”), sino que anhela el perfeccionamiento.

Nuestros pasos han de estar guiados en todo momento por una fuerte motivación intrínseca. Tener presente en el horizonte la razón por la que hemos tomado la decisión de modificar algo en nuestra cotidianeidad y no perderla jamás de vista es el truco final. Hemos de potenciarla constantemente celebrando (sobre todo) las pequeñas victorias.

Más en New York Diario:  El invierno cambia tu comportamiento y tu ánimo

Fuente: The Conversation

Últimos artículos

El humo tóxico de los incendios de Los Ángeles

por Zoya Teirstein Rachel Wald siempre está un poco resfriada. Así es la vida cuando...

Segunda era Trump: Nacionalismo, inmigración y venganza

por Emma Shortis Ayer, en la Rotonda del Capitolio en Washington DC, el 47º Presidente...

David Lynch y el lado extraño de la cultura estadounidense

por Billy J. Stratton “Hay una especie de maldad ahí fuera”, dice el sheriff Truman...

¿Sin calefacción en tu apartamento de Nueva York? Esto es lo que puedes hacer

por Rachel Holliday Smith El invierno está aquí, pero tu calefacción no. ¿Qué puedes hacer? La...

Una estación de noches largas y duras verdades

por Haley Bliss El invierno en la ciudad de Nueva York es una paradoja: una...

La tarifa por congestión ya funciona en Nueva York

por Frida Garza Después de meses (y, para algunos, años) de anticipación, la tarifa por...

¿Los animales piensan en la muerte?

por Dan Falk Nuestra relación con la muerte es compleja. A nivel intelectual, entendemos nuestra...

Cuando Bob Dylan transformó la música moderna

por Ted Olson A Complete Unknown, la película biográfica de Bob Dylan protagonizada por Timothée...

Hagamos que cuente

por Tara Valencia El primer día del año en Nueva York siempre da la sensación...

Fatiga de alertas, antiturismo y las palabras del caluroso 2024

por Kate Yoder El clima estaba destinado a ser malo en 2024, el año más...

Guía de campo antropológica sobre el absurdo de Navidad

por Camille Searle Como antropóloga, me paso los días estudiando el comportamiento humano, los rituales...

Anthropological field guide to the absurdity of Christmas

by Camille Searle As an anthropologist, I spend my days studying human behavior, rituals, and...

Navidad en Nueva York: un infierno de consumo y multitudes

por Walter A. Thompson Ah, Nueva York en Navidad: la temporada en la que la...

Christmas in New York: A Holly Jolly Inferno of Consumerism and Crowds

by Walter A. Thompson Ah, New York City at Christmas: the season when the city...

Cómo atravesar un duelo durante las fiestas navideñas

por J. Kim Penberthy La temporada de fiestas, que suele considerarse un momento de alegría...

Sigue leyendo

El humo tóxico de los incendios de Los Ángeles

por Zoya Teirstein Rachel Wald siempre está un poco resfriada. Así es la vida cuando...

Segunda era Trump: Nacionalismo, inmigración y venganza

por Emma Shortis Ayer, en la Rotonda del Capitolio en Washington DC, el 47º Presidente...

David Lynch y el lado extraño de la cultura estadounidense

por Billy J. Stratton “Hay una especie de maldad ahí fuera”, dice el sheriff Truman...