por Omar H. Fares y Seung Hwan (Mark) Lee
Una nueva tendencia de TikTok llamada “underconsumption core” (núcleo del subconsumo) está ganando fuerza online. Esta tendencia promueve el minimalismo y la frugalidad, y anima a la gente a maximizar la utilidad de sus compras y a adquirir solo lo que realmente necesita, desafiando la cultura del consumismo.
En lugar de exhibir grandes cantidades de ropa, maquillaje o estantes de refrigeradores desbordantes, los usuarios publican videos que muestran compras de segunda mano, guardarropas modestos y artículos de uso diario prácticos y bien utilizados.
El auge de esta tendencia puede estar relacionado con varios desafíos que enfrentan los jóvenes hoy en día, incluidas las crecientes presiones económicas, las preocupaciones medioambientales y las presiones sociales, que afectan particularmente a la Generación Z y a los Millennials más jóvenes. Si tú también te sientes financieramente presionado, esta tendencia podría resonarte.
De manera similar a la tendencia del “deinfluencing” (o desinfluenciar), “underconsumption” (subconsumo) también parece ser una reacción al sobreconsumo, especialmente a la forma en que los influencers lo han normalizado al publicar videos de compras masivas. Al promover el subconsumo, los usuarios en línea están rechazando y retrocediendo contra este aspecto de la “cultura de los influencers”.
Nacida de la necesidad
Es probable que los jóvenes se involucren en esta tendencia como una forma de adaptarse a las crecientes presiones financieras.
Por ejemplo, el saldo promedio de la deuda federal de préstamos estudiantiles en Estados Unidos es de 37,574 dólares por prestatario, según la Education Data Initiative. La deuda estudiantil es una carga financiera significativa que a menudo obliga a los jóvenes adultos a priorizar el pago de la deuda sobre el gasto discrecional.
La inflación también sigue erosionando el poder adquisitivo de la Generación Z. Si bien hay señales de alivio económico, como los recortes en las tasas de interés en Canadá, los efectos acumulativos de los altos precios continúan presionando los presupuestos de los jóvenes.
El “underconsumption core” representa una creciente conciencia y adaptación a estas realidades económicas, pero no es la única razón. Otro motor de la tendencia del subconsumo parece ser la conciencia medioambiental.
Preocupaciones medioambientales
El consumismo masivo ha creado problemas medioambientales significativos, incluida la generación de enormes cantidades de residuos. En el desierto de Atacama en Chile, se estima que entre 11.000 y 59.000 toneladas de ropa usada se encuentran en un vertedero. Este es solo un ejemplo de cómo el sobreconsumo está contaminando el medio ambiente.
Un informe de ThredUp, una plataforma de reventa vintage en línea, encontró que el 65 por ciento de los encuestados de la Generación Z querían comprar de manera más sostenible. Sin embargo, un tercio se sentía “adicto a la moda rápida” y el 72 por ciento dijo que compró moda rápida en 2022. De manera similar, investigadores de la Universidad Sheffield Hallam descubrieron que el 90 por ciento de los estudiantes universitarios compraron moda rápida en 2022.
A pesar de esto, muchos de estos mismos consumidores están preocupados por la sostenibilidad y buscan activamente formas de ser más responsables. Nuestro estudio reciente encontró un cambio constante en las actitudes de los consumidores hacia las prácticas de sostenibilidad, especialmente en la moda. Esto es particularmente el caso de la Generación Z, que depende en gran medida de las redes sociales para obtener inspiración de compras.
Este cambio en la mentalidad del consumidor se alinea con el fenómeno cultural más amplio conocido como el “efecto Marie Kondo”, llamado así por la consultora de organización japonesa. Ella aboga por conservar solo las cosas que aportan valor y alegría. La influencia de Kondo ha despertado un creciente interés en el consumo intencional.
Sin embargo, es importante señalar que, en algunos casos, los comportamientos de consumo sostenible pueden estar impulsados más por motivos egoístas que puramente altruistas. Al elegir consumir menos o de manera más consciente, los jóvenes pueden proyectar una imagen de consideración, responsabilidad y singularidad, cualidades que son cada vez más valoradas en el panorama de las redes sociales.
Cómo ser un consumidor más saludable
Si te interesa practicar hábitos de consumo más saludables, es importante comprender cómo puedes mantener este estilo de vida a largo plazo. Hay dos estrategias principales que puedes utilizar para lograrlo.
Primero, encuentra la manera de lograr un equilibrio entre la frugalidad y la calidad de vida para mantener tu bienestar general. Las investigaciones sugieren que una combinación de gasto en experiencias (como viajes) y compras materiales (como un nuevo smartphone) puede conducir a una mayor felicidad y satisfacción.
A medida que los consumidores más jóvenes se vuelven más conscientes del impacto ambiental de sus decisiones de compra, se sienten cada vez más atraídos por el contenido de moda sostenible.
The Conversation. Traducción: Walter A. Thompson