por Zoya Teirstein
Cuando se trata de inundaciones provocadas por el clima, los 67 millones de residentes del noreste de Estados Unidos están especialmente en riesgo, y la envejecida infraestructura de aguas pluviales y alcantarillado de la región sólo empeora las cosas. Este verano, inundaciones históricas en Nueva York, Vermont y Massachusetts mataron a varias personas y causaron daños por cientos de millones de dólares, un anticipo de los peligros futuros relacionados con las inundaciones. Los eventos de precipitaciones extremas han aumentado un 60 por ciento en toda la región, lo que según el informe podría deberse a una combinación de más tormentas tropicales y una atmósfera más cálida y húmeda. Ninguna otra región de Estados Unidos experimentó un aumento tan marcado de las precipitaciones.
Pero los impactos climáticos en el noreste van mucho más allá de las inundaciones. Los días en que las temperaturas reales superen los 38 grados Celsius se triplicarán para 2050 en un escenario de calentamiento intermedio, según el informe, y las comunidades que carecen de acceso a aire acondicionado confiable y asequible verán como resultado una disminución en su salud y bienestar general.
El informe también advierte que los estados a lo largo de la costa tendrán que enfrentar los efectos del calentamiento del agua en las especies marinas, las poblaciones de peces y el turismo, si es que no lo están haciendo ya. En el Golfo de Maine, por ejemplo, se espera que disminuyan las langostas, las ostras y otros mariscos. Los animales que pueden migrar, como las ballenas francas, abandonarán el golfo en busca de aguas más frías al norte del estado. Por el contrario, prosperarán la lubina, algunos tipos de calamares y otras especies marinas de zonas templadas. Las cálidas noches de invierno están permitiendo que plagas forestales dañinas, como el barrenador esmeralda del fresno y el adelgido lanudo, extiendan su área de distribución a latitudes más frías y afecten a nuevos ecosistemas.
El aumento del nivel del mar a lo largo de la costa empujará las viviendas y la infraestructura hacia el interior, planteando la controvertida cuestión de quién puede irse y quién puede quedarse. Ya se están llevando a cabo programas de compra de viviendas e iniciativas multimillonarias de protección contra inundaciones en Nueva Jersey y Nueva York.
Fuente: Grist/ Traducción: Walter A. Thompson