por Zoya Teirstein
El clima extremo, agravado por el cambio climático, está causando estragos en los hogares, que muchos consideran su activo más importante.
Grandes catástrofes, desde incendios forestales mortales en California y Oklahoma hasta tornados en Misuri y Kentucky e inundaciones en Texas, han destruido 63.000 edificios residenciales y causado más de 20 mil millones de dólares en daños directos en lo que va del año. A esto se suma un desfile interminable de eventos meteorológicos extremos de menor escala.
Estos fenómenos extremos no solo afectan a los dueños de viviendas, también están cambiando los cálculos financieros que sustentan a las compañías de seguros.
Un informe de Realtor.com, una plataforma de corretaje, reveló que poco más de 1 de cada 4 hogares en Estados Unidos, con un valor de casi 13 billones de dólares, son vulnerables a “riesgos climáticos severos o extremos”. El mayor peligro es el daño por vientos huracanados, que amenaza al 18% de los hogares; le siguen el riesgo de inundación, con un 6% de las viviendas vulnerables, y el de incendio forestal, con un 5.6%. El informe usó datos de la First Street Foundation, una organización sin fines de lucro de evaluación de riesgos climáticos, que incorpora los efectos del cambio climático en sus modelos para identificar qué parte del parque de viviendas del país está en riesgo.
El informe también analizó cómo las compañías de seguros privadas y el gobierno federal, que asegura la mayoría de las propiedades propensas a inundaciones, se están adaptando a los crecientes costos de la protección financiera en un mundo alterado por el cambio climático. Encontró que los dueños de viviendas en mercados de seguros de bajo valor y alto riesgo —lugares donde las casas valen menos que el promedio nacional, pero están más expuestas a fenómenos extremos— son los más afectados. En estas zonas, las primas de seguros están subiendo de forma acelerada y se están convirtiendo en una parte cada vez más inasequible del costo de ser dueño de una casa.
“La cuota mensual de la hipoteca ya es muy alta, y a eso se le suma el seguro de vivienda, además de otros seguros contra inundaciones e incendios”, explicó Jiayi Xu, economista de Realtor.com y autora del informe. El aumento generalizado de los costos agrava la crisis de asequibilidad de vivienda que ya afecta a la nación.
Este doble golpe es más evidente en Florida y Luisiana, dos estados que experimentan huracanes con frecuencia. Xu usó una ecuación que representa la asequibilidad de los seguros, la “relación prima-valor de mercado”, que calcula el costo del seguro en comparación con el valor total de una casa. La relación es más alta en Miami y Nueva Orleans: 3.7% y 3.6%, respectivamente. Eso significa que alguien que tiene una casa de 500.000 dólares en Miami, por ejemplo, está pagando 18.500 dólares al año en primas de seguro. A nivel nacional, la relación promedio es de alrededor de 0.8 %.
Además, el informe mencionó a Oklahoma, el corazón del “Corredor de los Tornados” (Tornado Alley), y a Texas, también propenso a huracanes e inundaciones. Los diez mercados inmobiliarios con los seguros más caros se encuentran en estos cuatro estados.
Realtor.com no es la única plataforma de bienes raíces que ha empezado a invertir en mapeo y análisis de riesgos en los últimos años. Zillow, RedFin y otras compañías similares están comenzando a realizar sus propios análisis estadísticos o a incluir los riesgos climáticos en las listas de propiedades. Eso, según Daniel Aldrich, director del Programa de Estudios de Resiliencia de la Northeastern University, es otra señal de los tiempos.
“Al publicar estos informes, Realtor.com está diciendo: ‘Somos la opción inteligente para compradores serios’, al mismo tiempo que se adelanta a lo que probablemente se convertirá en un requisito de divulgación obligatorio en el futuro“, dijo Aldrich, que no participó en el informe. Si bien no existen estándares nacionales de exposición a riesgos climáticos, más de dos docenas de estados tienen algún tipo de divulgación de riesgo de inundación, y este verano entraron en vigor nuevas leyes de divulgación de incendios forestales en California. Otros estados están considerando regulaciones similares.
Pero esa no es la única razón por la que las plataformas de corretaje están empezando a ofrecer estos servicios. “Hay dinero real en estos datos, y estas compañías lo saben”, dijo Aldrich. “Una vez que construyes la infraestructura para analizar riesgos climáticos, teóricamente podrías vender esos mismos datos a bancos, inversionistas y agencias gubernamentales, convirtiendo lo que comenzó como un informe de marketing en una nueva línea de negocio”.
Grist. Traducción: Francis Provenzano.