HomeCONTEXTOPOLÍTICA¿Quieres convertirte en guardavidas en Nueva York? Estos son los pasos a...

¿Quieres convertirte en guardavidas en Nueva York? Estos son los pasos a seguir

Publicado el

por Katie Honan

Con veintidós kilómetros de playas públicas y más de cien piscinas cubiertas y al aire libre para supervisar, los guardavidas de la ciudad de Nueva York no tienen escasez de trabajo. Pero el año pasado, el Departamento de Parques y Recreación de la ciudad enfrentó una grave escasez de cuerpos capacitados a medida que llegaba la temporada de sol y surf.

Los programas especializados, como las populares zambullidas matutinas y las clases de natación, tuvieron que cerrarse. Las piscinas y las playas enfrentaron cierres continuos sin suficiente personal para vigilar el agua.

Este año, el departamento de parques está tratando de impulsar el reclutamiento desde temprano, modificando la prueba de calificación e incluso ofreciendo clases de natación de recuperación a los posibles guardavidas que simplemente pierden la marca.

“Cuanto más obtengamos, más fácil será poder tratar de evaluar lo que tenemos”, dijo Iris Rodríguez-Rosa, primera comisionada adjunta del departamento de parques, que supervisa el programa.

“Esperamos y oramos por lo mejor”, agregó, y señaló que Parques y Recreación está trabajando con el Departamento de Educación de la ciudad y otras agencias para reclutar personal. Es un gran cambio para un sistema estrictamente controlado durante años por el sindicato de socorristas (más sobre esto más adelante).

La ciudad también instituyó un programa de referencia para guardavidas en actividad que recomiendan nuevos guardavidas. El premio probablemente será un botín del Departamento de Parques, ya que cualquier bono financiero está prohibido por las reglas del contrato.

Para atraer a más salvavidas que el año pasado, la ciudad ofreció un aumento salarial temporal para los más nuevos, de $16 a $19 la hora. Pero cualquier aumento permanente pasaría por la Oficina de Relaciones Laborales de la ciudad.

Por lo tanto, si eres un buen nadador que quiere ayudar a sus conciudadanos neoyorquinos a mantenerse seguros mientras se divierten, y posiblemente obtener un gran bronceado mientras lo haces, sigue leyendo. Te cubrimos como un bronceador con SPF 30.

Aquí hay una guía rápida de lo que se necesita para ser un guardavida de la ciudad de Nueva York, incluyendo algunos consejos de preparación física de una nadadora internacional.

El primer obstáculo

Incluso para ingresar a la “escuela de salvavidas”, los solicitantes deben nadar cincuenta yardas en una piscina.

Más en New York Diario:  Trampas y placeres de la procrastinación

Las citas estuvieron disponibles hasta el 20 de enero, dijo Rodríguez-Rosa; comenzaron el 2 de diciembre. Pero, señaló, el departamento puede extender esa prueba dependiendo de cuántas personas aprueben el examen de calificación, que ha cambiado.

Tal y como informó The City, la prueba de nado se caracterizó por ser difícil y carente de transparencia. Anteriormente, los solicitantes tenían que nadar las cincuenta yardas en 35 segundos solo para calificar para el curso de capacitación de catorce semanas. En general, menos de la mitad de los solicitantes aprobaron la prueba.

Pero, este año, los nadadores pueden pasar si logran nadarlas en 45 segundos.

“Consultamos con otras entidades y sentimos que pondría candidatos adicionales, ofrece la oportunidad de perfeccionar sus habilidades y, al final de todo, de poder aprobar”, le dijo Rodríguez- Rosa a The City. “Siempre tratamos de conseguir tantos como podamos porque cuantos más, mejor”.

Las pruebas están programadas en siete piscinas en toda la ciudad.

Además del tiempo de natación, los solicitantes deben tener al menos 16 años para el Día de los Caídos (29 de mayo) y una visión de al menos 20/30 en un ojo y 20/40 en el otro. Los lentes de contacto y los anteojos están prohibidos.

Este es también el primer año en que a las personas que toman pruebas de natación se les dirá qué tiempo marcaron en las 50 yardas. En años anteriores, los candidatos solo sabían si aprobaban o no.

El cambio se reduce a “comunicación y transparencia”, dijo Rodríguez-Rosa.

Incentivos para seguir intentándolo

Por primera vez en la historia, cualquier persona que no apruebe podrá tomar clases gratuitas de natación los sábados y luego volver a intentarlo.

Las clases, que se enfocan en “velocidad, estado físico/resistencia y técnica de brazada”, se llevan a cabo en el Centro Recreativo Constance Baker Motley, en la calle 54 Este de Manhattan.

Allí los instructores brindan a los nadadores consejos de evaluación personal para mejorar su tiempo y ayudarlos a mantenerse a flote durante dos minutos, lo que también se requiere para el examen final de salvavidas.

“Tienes que tener un cierto nivel de condición física y resistencia”, dijo, a The City, Maria Rezhylo, una ex nadadora universitaria que nadó en el equipo paralímpico de Ucrania y tomó la prueba de guardavidas.

Más en New York Diario:  La marihuana se puso loca en Nueva York

También es importante nadar de la forma correcta y con una patada fuerte, porque tus manos estarán ocupadas ayudando a una víctima durante los rescates, dijo Rezhylo.

“Debes prestar atención a esta técnica cuando estás rescatando a una persona porque define qué tan rápido llegas del punto A al punto B”, agregó.

Si bien es importante pasar mucho tiempo nadando en una piscina, Rezhylo, que da clases privadas de natación en Florida y trabaja de forma remota para un entrenador de natación de la ciudad de Nueva York, sugiere una rutina fuerte de cardio y levantamiento de pesas en tierra.

Ejercicios como peso muerto, dominadas y flexiones ayudan a fortalecer la espalda y los brazos, y crean un núcleo más fuerte, subrayó. Estas son habilidades que pueden ayudar a un salvavidas a sacar a alguien del agua de manera segura.

“Necesitas tener cierta resistencia para hacer esto”, dijo.

A entrenar

Si apruebas el examen de calificación, el próximo paso es el programa de capacitación de guardavidas de 16 semanas.

Allí aprenderás cosas como técnicas de rescate y primeros auxilios, según el departamento de parques. Mientras asistes a la capacitación, también podrás practicar de forma gratuita en cualquiera de las doce piscinas cubiertas de los parques de la ciudad.

Esa prueba final de natación requiere que un candidato nade 440 yardas en seis minutos y cuarenta segundos para ser asignado a una playa, o siete minutos y cuarenta segundos para ser enviado a una piscina.

En un esfuerzo por reforzar la dotación de personal el verano pasado, el departamento de parques cambió la política a mitad de camino para permitir que los candidatos que reprobaron la prueba principal aún supervisen piscinas más pequeñas que tienen solo un metro de profundidad. Esos guardavidas tienen que nadar solo 300 yardas sin parar, valiéndose de varias buenas brazadas, sin restricción de tiempo.

Además de las pruebas húmedas, también hay que aprobar un examen escrito, alrededor de veinte preguntas que se enfocan en los procedimientos y operaciones de salvavidas.

Una vez que completes un curso de RCP, podrían asignarte la vigilancia de una piscina o playa de la ciudad.

Dolores sindicales

La escasez de salvavidas del año pasado, que reflejó las tendencias nacionales, también puso de relieve a los administradores del cuerpo, en particular a aquellos dentro del Local 508 de Supervisores de Guardavidas de la Ciudad de Nueva York del Consejo del Distrito 37.

Más en New York Diario:  Desamparo en Nueva York

Según los informes, el líder de ese sindicato, Peter Stein, se ha enseñoreado con el trabajo y fue apodado “Jefe de la playa” en un artículo de la revista New York de 2020 que relata sus cuarenta años en el puesto.

La escasez “es solo otro síntoma de su mala gestión”, dijo a The City, la primavera pasada, un socorrista con veinte años de experiencia en la playa que pidió permanecer en el anonimato por temor a represalias.

Desde que se convirtió en comisionada adjunta en marzo de 2022, Rodríguez-Rosa ha trabajado para cambiar las prácticas de larga data dentro del programa de salvavidas que, según los críticos, provienen del sindicato, como decirles, por primera vez, cuáles fueron sus tiempos de natación a los evaluados.

Muchos socorristas veteranos se habían quejado de que ser los únicos que sabían quién pasaba o no la prueba era una forma en la que el sindicato de salvavidas mantenía el control.

Un portavoz del Distrito 37 se negó a hacer comentarios.

En octubre, el departamento de parques cerró todas las piscinas y realizó una primera reunión con guardavidas en el Chelsea Recreation Center en Manhattan. Algunos observadores vieron eso como otro movimiento para disminuir el poder del sindicato, ya que fue la primera reunión en la que muchos salvavidas de larga data incluso interactuaron con funcionarios de alto nivel de Parques y Recreación.

“Conocí socorristas maravillosos que se sientan en la silla, algunos regresaron cinco, seis, siete, diez años; los miro y me maravillo”, dijo Rodríguez-Rosa sobre la reunión.

Y el mes pasado, envió una carta formal a todos los guardavidas de veranos anteriores para notificarles sobre un puesto abierto durante todo el año en una piscina, otro aparente salto sobre el Local 508.

“Tenemos algunos puestos vacantes en la agencia y estamos tratando de hacerlo de la manera correcta y equitativa”, le dijo a The City. “Eso no existía en el pasado”.

Fuente: The City/ Traducción: Walter A. Thompson

Últimos artículos

Más calor, más mosquitos, más enfermedades

por Zoya Teirstein Un hombre de 41 años murió la semana pasada en New Hampshire...

Trabajar en la vejez

por Matthew J. Wolf-Meyer El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump no son...

Parques igualitarios y accesibles: un viejo sueño de Nueva York

por Irina Verona y Jennifer Carpenter Para los niños, la plaza de juegos es una...

Peekskill, 1949: racistas, anticomunistas y caos en un recital folk

por Nina Silber Pocos estadounidenses conocen hoy los acontecimientos que ocurrieron hace 75 años en...

Inglés para inmigrantes en Nueva York

por Haidee Chu Cuando Lilybet Barcenas, de 28 años, se mudó por primera vez a...

Espacios verdes informales

por Matt Simon Puede que no lo hayas notado, pero una mariposa o una abeja...

No le hagas preguntas de vida o muerte a IA

por Samantha Kleinberg A veces, la IA puede ser realmente una cuestión de vida o...

Taylor Swift, gótica

por Matthew J.A. Green Taylor Swift ha cultivado una marca global que podría parecer incompatible...

No hables de cambio climático en la película de tornados

por Jake Bittle Las palabras “cambio climático” no aparecen en absoluto en la nueva película...

Un cambio en el paisaje urbano

por James Aloisi El gran observador florentino de la naturaleza humana, Nicolás Maquiavelo, escribió la...

Deadpool & Wolverine: un mal remedio para la fatiga de superhéroes

por Lorna Piatti-Farnell La semana pasada, la última película del Universo Cinematográfico de Marvel (MCU),...

¿Quién decidió que la gordura es mala?

por Stephen E. Nash En 2009, la supermodelo Kate Moss causó revuelo cuando afirmó categóricamente...

Quédate en tu carril

por John Surico El transporte público de la ciudad de Nueva York está en medio...

El triunfo de Nicolás Maduro no engaña a nadie

por Nicolas Forsans El presidente de Venezuela, Nicolás Maduro, se mantiene en el poder tras...

Juegos Olímpicos, sustentabilidad y cambio climático

por Brian P. McCullough Europa está en medio de una ola de calor, y aunque...

Sigue leyendo

Más calor, más mosquitos, más enfermedades

por Zoya Teirstein Un hombre de 41 años murió la semana pasada en New Hampshire...

Trabajar en la vejez

por Matthew J. Wolf-Meyer El presidente Joe Biden y el expresidente Donald Trump no son...

Parques igualitarios y accesibles: un viejo sueño de Nueva York

por Irina Verona y Jennifer Carpenter Para los niños, la plaza de juegos es una...