por Samuel Murray
Los lanzamientos de álbumes de Taylor Swift se han convertido en momentos culturales, seas o no fanático de su música. Cada álbum del catálogo de Swift busca abrir nuevos temas, debates, sonidos e ideas, manteniendo al mismo tiempo una sensación de familiaridad que no aliena a los fans.
Líricamente, The Tortured Poets Department es un rechazo eufórico a las expectativas sociales. Abarca todos los taylorismos que sus fans han llegado a conocer y amar, desde sus melodías de una sola nota hasta su forma recitativa (cantada al ritmo del habla ordinaria). Y presenta sus características autopsias francas y abiertas de relaciones, entregadas con madurez no solo en las elecciones de lenguaje y obscenidades (“que te jodan si no puedo tenernos”) sino en la perspectiva de Swift sobre su vida y sus relaciones. Esto va acompañado de la rica producción electro-pop de sus antiguos colaboradores Jack Antonoff y Aaron Dessner.
Lo primero que llama la atención del álbum (incluido su título) son las numerosas referencias a la poesía. La canción principal declara: “Tú no eres Dylan Thomas, yo no soy Patti Smith”, señalando a otros poetas líricos famosos con problemas (o “torturados”).
Esta pista marca el tono de un álbum donde las letras son la característica central, con Swift eligiendo imágenes desarrolladas en lugar de ganchos pop pegadizos. La canción principal también es un claro rechazo a cualquier noción de que Swift se presente como una bohemia y afirma que no lucha por su arte. De hecho, parece burlarse de quienes lo hacen, con desdén: “¿Quién usa máquinas de escribir?”
Melodrama torturado
Uno de los temas líricos sin complejos del álbum es el intenso compromiso de Swift con el amor, las relaciones y sus consecuencias. Para ayudar a transmitir esto, Swift utiliza el melodrama como recurso narrativo. El melodrama es un género de actuación que utiliza expresiones de emoción intensificadas y, a menudo, exageradas.
En “Down Bad” evoca fantásticas imágenes celestiales de “amor cósmico” y “estar deslumbrada”, pero equilibra esto con el descubrimiento de las duras realidades de una relación. Pregunta: “¿Realmente me transportaste/ En una nube de polvo brillante/ Sólo para hacer experimentos?”, sugiriendo tal vez que se están aprovechando de su amor apasionado.
Swift atenúa esto con la afirmación extrema de que: “Si no puedo tenerlo, simplemente podría morir”. Este melodrama impregna el resto del álbum para celebrar la vulnerabilidad emocional mientras comparte sus pensamientos más íntimos.
En “I Can Do it With a Broken Heart”, Swift dice: “Estoy tan deprimida que actúo como si fuera mi cumpleaños todos los días”, antes de reconocer con orgullo su emoción y declarar: “Lloro mucho, pero soy tan productiva, es un arte”. Aquí afirma que puede utilizar la angustia como estímulo para la creatividad, en lugar de permitir que ésta dicte su vida cotidiana.
En su libro Melodrama (1973), el autor James L. Smith se basa en críticas y análisis filosóficos de la música, la poesía y el teatro para ayudar a definir las características centrales del género. “En el melodrama”, explica, “el hombre permanece indiviso, libre de la agonía de elegir entre imperativos y deseos en conflicto”.
Swift a menudo muestra esto en sus recuentos líricos de relaciones pasadas, ya sea colocando a los oyentes al principio (“Enchanted”) o al final de una relación (“We Are Never Ever Getting Back Together”).
Smith también afirma que “el melodrama lleva sus propios conflictos extremos a conclusiones extremas”. Esto habla de los extremos de las emociones exploradas en The Tortured Poets Department, incluidas las frecuentes referencias a la muerte. “Podría simplemente morir, no haría ninguna diferencia”, opina Swift en “Down Bad”. “Luces, cámara, perra, sonrisa/ Incluso cuando quieras morir” es como describe su estado emocional durante el reciente Eras Tour en “I Can Do It With a Broken Heart”.
Las formas de arte como las canciones y la poesía pueden ser extremadamente valiosas para que los artistas procesen y canalicen sus emociones. Esto no sólo parece ser cierto para The Tortured Poets Department, sino que el álbum funciona como una especie de invitación para que los oyentes procesen su propio dolor y angustia junto a Swift. Una “alquimia” que convierte sus propias noches “torturadas” en terapia comunitaria.
The Conversation. Traducción: Sarah Díaz-Segan.