por José Martínez y Samantha Maldonado
Hace años, antes de que el alcalde Eric Adams le diera luz verde a Waymo para probar sus coches robot en zonas de Manhattan y Brooklyn, la compañía invirtió millones para ganarse a los funcionarios públicos con la esperanza de que algún día sus vehículos autónomos fueran autorizados a circular por las calles de Nueva York.
Los registros de cabildeo revelan que Waymo, una subsidiaria de Alphabet (la empresa matriz de Google), ha invertido más de 3 millones de dólares desde al menos 2019 en cabildear a líderes de la ciudad y del estado, quienes tendrían que cambiar una ley que prohíbe los coches sin conductor.
“Entendemos que, a medida que operamos en nuevas áreas, nos corresponde a nosotros explicar nuestro enfoque”, dijo Ethan Teicher, portavoz de Waymo, a The City. “Por eso, nuestra colaboración con los legisladores es importante; refleja nuestro compromiso de explicar cómo funciona nuestra tecnología y compartir nuestra experiencia probada”.
Antes de que los neoyorquinos puedan siquiera pensar en subirse a coches de conducción autónoma, los vehículos robot se enfrentan a varios obstáculos que van mucho más allá de finales de este mes, cuando expira el permiso de prueba de Waymo que Adams aprobó en agosto. La tecnología de vehículos autónomos ya se ha probado antes en Albany y Búfalo.
La ley estatal exige que los vehículos sean operados por humanos, e incluso si eso cambiara, la ciudad también tendría que desarrollar normas para regular los coches de conducción autónoma. En los últimos años, múltiples iniciativas legislativas con ese fin en la legislatura estatal y el Concejo Municipal no han prosperado.
Los vehículos sin conductor se legalizaron como parte del presupuesto estatal de 2018, pero para que puedan circular en la carretera, un conductor con licencia debe estar al volante. Las empresas tienen que solicitar al Departamento de Vehículos Motorizados del estado la aprobación para operar en las calles de la ciudad (y si las empresas apuntan a los distritos, necesitarían la aprobación del Departamento de Transporte de la ciudad).
Un proyecto de ley estatal presentado en Albany anularía el requisito de tener un conductor humano, siempre y cuando el vehículo autónomo cuente con seguro y cumpla otras condiciones. El proyecto de ley no ha avanzado a pesar de existir desde 2021.
El asambleísta Brian Cunningham (D-Brooklyn), que patrocinó el proyecto de ley en la cámara baja, dijo que eliminar el requisito de tener una persona en un coche de conducción autónoma “empezaría a desbloquear parte de la restrictiva burocracia que ha frenado a la industria” para operar plenamente en el estado de Nueva York.
El otro patrocinador del proyecto de ley, el senador Jeremy Cooney (D-Rochester), quien preside el Comité de Transporte del Senado, dijo que es optimista de que avance en esta sesión. Inicialmente, la legislatura exigió que una persona estuviera dentro de los vehículos para garantizar mejor la seguridad de la tecnología.
“La tecnología ha evolucionado”, dijo.
También está la oposición de los más de 175.000 operadores de taxis amarillos y vehículos de alquiler como Uber y Lyft con licencia de la Comisión de Taxis y Limusinas (TLC).
“A diferencia de otras ciudades, Nueva York es un lugar donde conducir es una profesión de tiempo completo”, dijo Bhairavi Desai, directora ejecutiva de la Alianza de Trabajadores de Taxis de Nueva York. “Estás hablando de conductores de tiempo completo, este es su único sustento”.
A través de una aplicación, los pasajeros ya pueden reservar viajes en más de 2000 coches sin conductor en San Francisco, Los Ángeles, Phoenix, Atlanta y Austin, y Waymo afirma que sus vehículos han recorrido más de 100 millones de millas de forma totalmente autónoma en esas cinco ciudades. La expansión está prevista para el próximo año en Miami, Dallas, Denver y Washington, D.C.
Aunque es poco probable que una implementación completa en Nueva York ocurra en breve, Waymo ha estado tratando de abrirse camino políticamente para conquistar la ciudad más grande del país.
Los registros muestran que los objetivos de cabildeo de la compañía han incluido al Comisionado de Transporte de la ciudad, Ydanis Rodríguez, a varios miembros del Concejo Municipal, al presidente del distrito de Brooklyn, Antonio Reynoso, al presidente del distrito de Manhattan y contralor electo, Mark Levine, y a la ex vicealcaldesa Meera Joshi, quien anteriormente se desempeñó como jefa de la TLC.
Adams y Rodríguez aprobaron en agosto el primer permiso de la ciudad para probar vehículos autónomos. Autorizó a Waymo a probar ocho de sus vehículos Jaguar I-PACE las 24 horas del día hasta finales de este mes, pero exige que un “especialista en seguridad capacitado” esté al volante en todo momento.
La compañía de tecnología tendría que volver a solicitar el permiso para extender o expandir sus pruebas, que los neoyorquinos han estado documentando en línea a través de avistamientos de los Jaguars equipados con la tecnología que ya se usa en otros lugares.
“Sabemos que esta prueba es solo el primer paso para llevar nuestra ciudad más allá del siglo XXI”, dijo Adams en agosto. “A medida que continuemos implementando la innovación de manera responsable, siempre priorizaremos la seguridad en las calles”.
A toda marcha
La aprobación de la solicitud de permiso de Waymo el 22 de agosto por un alcalde que se postula para la reelección y lucha por sobrevivir políticamente tomó a algunos funcionarios electos por sorpresa.
“Se sintió como si, con el alcalde más o menos en camino de salida, estuviera sacando cosas al azar de un cajón de basura y diciendo: ‘Oye, nunca hicimos esto'”, dijo el concejal Justin Brannan (D-Brooklyn), quien copatrocinó un proyecto de ley de 2021 que habría requerido que la TLC estableciera reglas que regulen el uso de vehículos autónomos como taxis.
La propuesta, que también habría regulado la concesión de licencias, la seguridad, los estándares de los vehículos, los seguros y la información sobre viajes y tarifas, no llegó a ninguna parte.
El contralor de la ciudad, Brad Lander, quien copatrocinó ese proyecto de ley mientras se desempeñaba en el Concejo Municipal, dijo que la legislación fue diseñada, en parte, para evitar una repetición de lo que sucedió hace más de una década, cuando la llegada de Uber a Nueva York revolucionó la industria de los taxis amarillos de la ciudad y hundió el valor de los medallones de taxi.
“Es una pena que no se haya aprobado una ley antes del programa piloto de Waymo que hubiera proporcionado un marco para las consideraciones que la ciudad debe hacer sobre la llegada de vehículos de alquiler o taxis autónomos”, dijo Lander a The City. “Habiendo pasado por el proceso de Uber, tenemos la capacidad de prever esto y trabajar para establecer las consideraciones de política pública y las reglas en los términos de la ciudad, en lugar de en los términos de una empresa privada”.
Desai dijo que los primeros días de los vehículos de conducción autónoma en Nueva York se parecen mucho a la llegada de Uber a la ciudad: “Waymo está usando el mismo manual de estrategias tecno-financiero de tratar de dominar políticamente para poder monopolizar financieramente”, dijo.
Pero las calles densamente pobladas de la ciudad ofrecerían un nuevo tipo de desafío para los vehículos de conducción autónoma.
“Los vehículos autónomos en este momento podrían funcionar en ciudades más suburbanas”, dijo Brannan. “Pero aquí, tienes peatones, y ciclistas, y trabajadores de reparto y vehículos de emergencia y gente simplemente corriendo por la calle. El margen de error es menos que mínimo”.
Waymo, que comenzó como el Proyecto de Coche de Conducción Autónoma de Google en 2009, dice que está tomando las medidas necesarias para ofrecer de manera segura un servicio de vehículos totalmente autónomo en calles donde la competencia por el espacio puede ser difícil.
“Si bien la ciudad de Nueva York sería sin duda la ciudad más densamente poblada que Waymo ha abordado en los Estados Unidos, el Waymo Driver ya enfrenta y navega con destreza muchos desafíos asociados con la densidad, incluidos diferentes tipos de usuarios de la carretera, peatones que cruzan de forma imprudente, el tráfico y los vehículos de emergencia, en cinco de las principales ciudades de Estados Unidos”, dijo Teicher.
El destino de los coches autónomos en la ciudad de Nueva York podría depender de la próxima administración de la alcaldía. Los principales contendientes, Zohran Mamdani, un asambleísta de Queens y el candidato demócrata, y el exgobernador Andrew Cuomo, que se postula como independiente, podrían abordar los coches de conducción autónoma desde diferentes ángulos.
Mamdani se ha alineado previamente con los trabajadores de taxis, participando en su huelga de hambre de 2021 por la abrumadora deuda de los medallones. La campaña de Mamdani no respondió a una solicitud de comentarios.
Cuomo, como gobernador, impulsó la llegada de vehículos autónomos a Nueva York, anunciando en 2017 que se probarían en Manhattan (el entonces alcalde Bill de Blasio no estaba a favor). La sucesora de Cuomo, la gobernadora Kathy Hochul, hizo un viaje de prueba en 2017 en Albany mientras era vicegobernadora. La campaña de Cuomo se negó a comentar.
El resultado de la elección de la alcaldía sienta las bases para avanzar en una tecnología que probablemente revolucionará la forma en que muchos neoyorquinos se mueven.
“Esa es la gran pregunta”, dijo Desai. “El hecho de que Adams le dé esta luz verde de último momento y desesperada no significa que la próxima administración no pueda detenerlo y esperar a formular una política bien pensada sobre cómo abordar un cambio económico tan masivo”.
The City. Traducción: Francis Provenzano