por Tara Valencia
El viernes 5 de abril de 2024, a las 10:23 am, Nueva York atravesó el terremoto más grave en casi un siglo y medio. Seguramente ya lo saben. Fue una gran noticia. Porque pasó en Nueva York. ¿Sabían que, este mismo año, el terremoto de la Península de Noto mató a 270 personas y que en ciudades como Suzu y Wajima siguen juntando los escombros? Posiblemente no. Porque no es Nueva York. La geopolítica informativa funciona así.
El terremoto de Nueva York no tuvo su epicentro en Nueva York, sino en Tewksbury, Nueva Jersey, que quizás sea más difícil de situar que Nueva York, aunque está al otro lado del río. Es mejor decir Nueva York. Vende más. Llama más la atención. Como eso del siglo y medio. El terremoto anterior fue en 1884 y tuvo efectos catastróficos como algunas chimeneas rajadas.
Ante la consulta de cómo atravesaron el terremoto de este año, parte del staff de New York Diario respondió:
Mara Taylor: Ese día, a esa hora, estaba desayunando en el Buccaneer Diner de Astoria Blvd., Queens, en una de las mesas individuales que están cerca de la ventana. La noticia del terremoto salió en los televisores. Yo la vi en el televisor que está atrás de la barra. Había sucedido cinco minutos antes. Nadie en el diner se enteró, pero hubo gente preocupada por réplicas y tsunamis. Quizás Queens no es Nueva York en el sentido estricto del término.
Francis Provenzano: Vivo al lado del tren elevado. No podría haber distinguido el terremoto del tren de las diez y cuarto. Y no lo distinguí, de hecho, si es que hubo algo para distinguir.
Camille Searle: Me llamó mi mamá desde París para saber si estaba bien. ¿En qué sentido?, le pregunté. Por el terremoto, me respondió. ¿Qué terremoto?, quise saber.
Walter A. Thompson: Estaba durmiendo. Perdón.
Sarah Díaz-Segan: Estaba viajando en el metro. Posiblemente entre Kingston y Nostrand, quizás llegando al Botánico. Nadie se enteró de nada allá abajo.
Carolina Arriada: Recibí una alerta por emergencias en el teléfono. Treinta minutos después. Decía que debía quedarme en el interior del edificio. Por las dudas salí del edificio y me fui a dar un paseo. La regla para sobrevivir en Nueva York es hacer todo lo contrario a lo que dicen las alertas. Que siempre llegan tarde o no llegan. Excepto las alertas de tormenta de nieve. Ésas funcionan bien. O mejor que las otras.
Alina Klingsmen: Vivo en Filadelfia. ¿Tengo que responder?
Aunque son muy comunes, de magnitud 2,5 o menos, es raro sentir terremotos en el noreste. Así que se entiende que éste haya sido noticia y tema de conversación. Que nos importe. El geocientífico Gary Solar explica qué causa los terremotos en esta región: “Hay muchas fallas antiguas en esa parte de Nueva Jersey que se extienden a través de Filadelfia y a lo largo de los Apalaches, y en la otra dirección, pasando la ciudad de Nueva York y hacia el oeste de Nueva Inglaterra. Se trata de fracturas en las que la gravedad puede hacer que la roca de ambos lados se deslice, provocando que el suelo tiemble. Hoy en día no hay movimiento activo de placas tectónicas en el área, pero sí lo hubo hace entre 250 y 300 millones de años. La actividad sísmica en Nueva Jersey el 5 de abril es similar al terremoto de magnitud 3,8 que experimentamos en 2023 en Buffalo, Nueva York. En ambos casos, el temblor se debió a un deslizamiento gravitacional en esas estructuras antiguas. En resumen, las rocas se deslizan un poco en fracturas preexistentes pronunciadas. Eso es lo que ocurrió en Nueva Jersey, suponiendo que no hubiera ningún desencadenante provocado por humanos”.
—¿Qué tan peligroso es un terremoto de magnitud 4,8?
—La magnitud 4,8 es bastante grande, especialmente para el noreste, pero es probable que tenga efectos menores en comparación con otros mayores que causan daños importantes y pérdida de vidas. La escala utilizada para medir los terremotos es logarítmica, por lo que cada número entero es un factor de 10. Eso significa que un terremoto de magnitud 6 es 10 veces mayor que uno de magnitud 5. Los más grandes, como el terremoto de magnitud 7,4 en Taiwán unos días antes, están asociados con márgenes de placas activas, donde se encuentran dos placas tectónicas. La vulnerabilidad de los edificios en un terremoto de magnitud 4,8 depende de la construcción. Los códigos de construcción en lugares como California son muy estrictos porque California tiene un importante sistema de fallas en los límites de placas: el sistema de San Andrés. Nueva Jersey no la tiene y, en consecuencia, los códigos de construcción no tienen en cuenta los grandes terremotos.
Y este fue el terremoto de Nueva York de 2024 que en realidad sucedió en Nueva Jersey y del que se hablará en un siglo y medio. Ahora somos noticias, entonces seremos historia.