por Nancy Randall
Recientemente me convertí en presidenta interina del Consejo de Educación Comunitaria, o CEC, para el Distrito 15 de Brooklyn. En mi primera reunión a cargo, padres enojados me gritaron, una experiencia con la que muchos presidentes de juntas escolares de todo el país probablemente se puedan identificar.
Puedo relacionarme con la frustración de estos padres, que habían venido a desahogarse con nosotros y con nuestro superintendente de distrito sobre la falta de cupos en el programa Summer Rising de la ciudad. Nos preguntaron qué se suponía que debían hacer ahora: ¿Dónde encontrarían programas de verano de alta calidad solo unas semanas antes del final del año escolar? Más importante aún, ¿cómo y dónde encontrarían cuidado infantil asequible?
Esa noche les dije a los padres presentes que yo también estaba furiosa por la situación. Mis dos hijos se encontraban entre los 45.000 estudiantes de la ciudad que no recibieron cupos en el programa de verano gratuito de seis semanas que combina actividades académicas y de enriquecimiento, como deportes, artes y excursiones. Tenía la esperanza de tener a mis hijos en Summer Rising hasta mediados de agosto, cuando comienzan su tiempo de vacaciones con mi ex esposo. Pero al igual que miles de otros padres, me encontré luchando por descubrir qué harían en su lugar.
Apenas dos años después de que el departamento de educación y el departamento de desarrollo comunitario y juvenil de la ciudad implementaron el programa para todos los estudiantes en los grados K-8, la demanda superó con creces los lugares disponibles. La escasez de vacantes, combinada con la falta de comunicación clara de la ciudad, creó una situación que no se siente ni segura ni solidaria.
Como defensora de la equidad, agradezco que el departamento de educación haya priorizado las vacantes para los estudiantes que deben asistir a la escuela de verano, los que se encuentran en viviendas temporales y hogares de acogida, los que tienen un IEP de doce meses y los que asisten a programas extracurriculares gratuitos administrados por organizaciones locales que también están ejecutando sitios de Summer Rising.
Pero en ninguna parte del correo electrónico del 5 de abril de David Banks, canciller de las escuelas, que anuncia 110.000 vacantes para Summer Rising, la ciudad dice cuántos solicitantes podrían no obtener lugares. En las semanas que siguieron, mientras la ciudad continuaba promoviendo el programa, muchas familias aplicaron con entusiasmo.
Hace solo unos días, el departamento de educación de la ciudad envió un correo electrónico diciendo que se habían ocupado 94.000 lugares y que del 16 al 23 de junio llenarán los lugares restantes con estudiantes obligados a asistir a la escuela de verano. Una vez que esos estudiantes estén inscritos, es posible que tengan cupos disponibles para algunos de los 45.000 estudiantes que solicitaron pero no recibieron cupos. A una semana de que finalice el curso escolar, miles de familias que no entraron se quedan con la esperanza de tener suerte.
De cara al futuro, por el bien de todos los padres que ahora quedan luchando, imploro a la ciudad que comience el proceso de solicitud de Summer Rising tres meses antes. Además, dado que el programa se lleva a cabo en las escuelas públicas, creo que Summer Rising debería dar prioridad a los estudiantes de las escuelas públicas tradicionales sobre los de las escuelas chárter e independientes a quienes también está abierto el programa. Y finalmente, los funcionarios de la ciudad también deberían comunicar más claramente la cantidad de vacantes disponibles en relación con la cantidad de posibles solicitantes (también me doy cuenta de que puede haber dudas sobre el futuro del programa, que fue financiado en parte con dólares federales de ayuda por el Covid, y esos dólares pronto se agotarán).
Si bien todavía no tengo planes de verano para mis hijos, sé que mi familia podrá sacar lo mejor de esta situación. Pero, ¿cuántas familias dentro y fuera de las categorías prioritarias se quedaron desesperadas por saber qué hacer?
El Consejo de Educación Comunitaria del Distrito 15 tenía una agenda apretada para nuestra reunión reciente, pero cada intento de pasar al siguiente punto de la agenda nos devolvió al tema de Summer Rising. Después de nuestra reunión, nuestro consejo creó peticiones para toda la ciudad y el distrito, solicitando al departamento de educación que reevalúe su plan Summer Rising.
Compartiremos las respuestas con el departamento de educación, el canciller Banks y el alcalde Adams. Quiero que los líderes escolares y municipales sepan cuán profundamente resuena este problema en las familias y cuán generalizada es la necesidad de programas de verano gratuitos y de alta calidad. La ciudad debe mejorar para nuestros niños. Sé que puede.
Fuente: Chalkbeat/ Traducción: Sarah Díaz-Segan