Como estudiosa de la literatura y los medios latinos, jugadora de videogames de toda la vida y niña guatemalteca-estadounidense cuyo padre le leía historietas todas las noches, rápidamente me convertí en fan y luego en estudiosa de Miles Morales, el Spider-Man afropuertorriqueño que apareció por primera vez en los comics en “Ultimate Fallout #4” de 2011.
Solo siete años después de su presentación, Morales saltó a los cines en Spider-Man: Into the Spider-Verse, una película animada en 3D visualmente impresionante que ganó el Oscar por mejor película animada.
Ahora, su secuela, Spider-Man: Across the Spider-Verse, presenta a dos Spider-Man latinos en papeles protagónicos. El Spider-Man latino-irlandés Miguel O’Hara de “Spider-Man 2099”, con la voz de Oscar Isaac, se une a la refriega. Y aunque fue un Spider-Man bien recibido como personaje de cómic de Marvel en la década de 1990, es muy probable que nunca hayas oído hablar de él.
Rompiendo el molde
Los personajes latinos, en particular los que tienen un papel protagónico, tradicionalmente estuvieron subrepresentados en los cómics convencionales.
El primer héroe latino de Marvel, Héctor Ayala, debutó en 1975, tras el éxito de Black Panther. Escrito por Bill Mantlo y dibujado por el legendario George Pérez, Ayala, conocido como White Tiger, era un estudiante universitario puertorriqueño que vivía en Nueva York. Sus poderes provenían de un amuleto mágico que le otorgaba velocidad y experiencia en artes marciales.
Como argumenta el estudioso de las historietas latinas Frederick Luis Aldama, Mantlo y Pérez sortearon muchos de los estereotipos que plagaban a los latinos en las historietas, que a menudo los presentan como criminales o traficantes de drogas. Las iteraciones posteriores de White Tiger incluyeron a su sobrina Angela del Toro y su hermana, Ava Ayala.
La primera superheroína latina de Marvel, también co-creada por Mantlo, fue Firebird, cuyo nombre real es Bonita Juárez, que apareció por primera vez en 1981. Una trabajadora social católica de Nuevo México, representó una desviación de los personajes de comics negros y latinos que predominantemente vienen de grandes ciudades como Nueva York.
La telaraña se extiende a América Latina
En América Latina, Spider-Man ha sido un personaje popular desde que el héroe apareció por primera vez en su propia serie, “Amazing Spider-Man”, en 1963.
Marvel autorizó a la editorial mexicana La Prensa a imprimir traducciones al español de los números de Spider-Man solo unos meses después de su lanzamiento en Estados Unidos.
La Prensa también extendió el alcance de Spider-Man a Argentina, Chile, Uruguay y Perú. En México, Spider-Man rápidamente se volvió más popular que cualquier otro personaje de Marvel, excepto por su novia, Gwen Stacy.
Entonces, en la década de 1970, La Prensa comenzó a crear sus propias historias de Spider-Man en las semanas en que Marvel no publicaba un nuevo número de Spider-Man. Estas nuevas historias, como un número en el que Peter Parker sueña que se casa con Gwen Stacy, solo aparecieron en México.
Quizás la popularidad de Spider-Man en esta parte del mundo se deba al hecho de que es luchador, trabajador y trata de ayudar a su familia. O tal vez a los latinoamericanos les encanta su disfraz de luchador: después de todo, Peter Parker debutó con su título de Spider-Man y sus telarañas como luchador profesional.
Un irlandés-latino se mete en el Spider-Verse
Firebird y White Tiger, no obstante, nunca encabezaron su propia serie. Y el Spider-Man que abrazaron los latinoamericanos en las décadas de 1960 y 1970 era blanco.
Así que fue un gran problema cuando Miguel O’Hara asumió el manto de Spider-Man en su propia serie, que duró cuatro años.
Si bien el multiverso es un desarrollo reciente en Marvel Cinematic Universe, varias Tierras, cada una con sus propias versiones de superhéroes de Marvel, han existido durante décadas en los cómics. Esto ha permitido diferentes iteraciones del mismo superhéroe.
Peter Parker es el Spider-Man de la Tierra-616, el universo oficial de Marvel. Miles Morales comenzó como Spider-Man de la Tierra-1610. Miguel O’Hara es el futuro Spider-Man de la Tierra-616 en el año 2099, un futuro post-apocalíptico dirigido por corporaciones codiciosas.
Cuando O’Hara apareció por primera vez en 1992 como la estrella principal de la serie “2099”, los fanáticos lo abrazaron, con poca controversia.
Es posible que O’Hara no fuera polémico porque las cuestiones de raza y racismo no se incluyeron explícitamente en las tramas de cada número. Y tal vez la piel clara de O’Hara les facilitó a los lectores que se olvidaran de que era latino en primer término.
Sin embargo, la investigadora de cómics Kathryn M. Frank argumenta, en la colección Graphic Borders, que los escritores de “Spider-Man 2099” estaban al tanto de la identidad étnica de su héroe y sutilmente incorporaron comentarios sobre la raza en la serie.
En los cómics, O’Hara tiene un acento debido a sus dientes alargados en forma de araña, lo que puede reflejar la supuesta extranjería de los ciudadanos latinos en los Estados Unidos y la discriminación que sufren por ello. También acepta su diferencia en su propio estilo. Como han señalado los fanáticos, su disfraz mezcla una calavera del Día de los Muertos con la clásica insignia de araña en una conexión explícita con su herencia mexicana.
Transformación de Spider-Man como afrolatino
Luego, en 2011, Marvel anunció a Miles Morales, el primer Spider-Man que era a la vez negro y latino. Esta vez, las respuestas fueron más polarizadoras.
El por entonces comentarista de Fox News Glenn Beck culpó a la entonces primera dama Michelle Obama por la creación de Morales, señalando un clip de ella diciendo: “Vamos a tener que cambiar nuestras tradiciones”.
Sin embargo, para algunos fanáticos, reformular a Spider-Man como negro tenía mucho sentido. Walter Moseley, un popular novelista policiaco, argumentó provocativamente que el Spider-Man original de la década de 1960 es en realidad “el primer superhéroe negro”, ya que su historia de fondo ―criado por su familia extendida, creciendo en la pobreza y demonizado por los medios― fue más identificable para neoyorquinos negros.
Sin embargo, cuando Morales apareció en escena, no fue simplemente una copia al carbón de Peter Parker. Había sido criado por su padre afroamericano, un ex convicto que había cambiado su vida, y por su madre puertorriqueña en Brooklyn.
La forma que la raza y el origen étnico de Morales adoptaron en las historias es un punto de discusión. Como argumenta el profesor de inglés Jorge J. Santos Jr. en la colección Mixed-Race Superheroes, la primera serie de cómics que presenta a Morales “apenas menciona el origen étnico de Miles”. No parecía hablar español, ni tenía amigos puertorriqueños o latinos. Incluso se resistió a ser visto como un Hombre Araña Negro.
Eso cambió un poco en la siguiente serie, que salió en 2018 y fue escrita por Saladin Ahmed y dibujada por Javier Garrón. En diciembre de 2022, Cody Ziglar, un escritor de cómics negro, asumió el cargo de guionista principal de la historia de Morales.
Todavía falta algo de representación latina en el Spider-Verse. Araña, una Spider-Girl mexicana-puertorriqueña concebida en 2004, es el único otro personaje latino importante de Spidey.
Marvel ha tratado de resaltar la diversidad latina en sus otros cómics. En 2021, la editorial de cómics lanzó una colección completa con personajes latinos titulada “Marvel’s Voices: Comunidades #1”.
La secuela de Into the Spider-Verse seguramente hará que los espectadores de color en los Estados Unidos se entusiasmen. Como argumenta la investigadora de medios latinos Isabel Molina-Guzmán, mientras que la raza complica el reparto y la escritura de Hollywood, los espectadores negros y latinos reaccionaron muy positivamente a Morales. Pero insiste en que la película también invita a los fans de toda la vida y al público de todos los orígenes “a estar en el espacio de Miles Morales” y alentar al adolescente mestizo que intenta salvar el mundo.
Para mí, eso es lo que hace que las películas de superhéroes protagonizadas por personajes de color sean tan convincentes. Estos personajes son, en muchos sentidos, marginados en busca de comunidad, en su vida real y cuando llevan traje de superhéroes.
Como señala Frank, el estudioso de los cómics, estas diferencias pueden generar sentimientos de alienación. También pueden ser una fuente de empoderamiento.
Fuente: The Conversation/ Traducción: Sarah Díaz-Segan