Un nuevo Papa

Publicado el

por Tara Valencia

Nombran a un nuevo Papa y, al instante, empieza la desconfianza. No importa el nombre, la nacionalidad ni la trayectoria. Hay algo raro. Nadie llega a ese puesto sin haberse manchado las manos. Nadie asciende tanto sin deber, sin callar, sin hacer pactos. No es cinismo, es experiencia. Es haber visto la misma escena con un actor diferente. Es haber leído el guion en los archivos de la historia. Las sotanas cambian, pero el teatro sigue siendo el mismo.

Nos dicen que es progresista. Que viaja en transporte público. Que no usa joyas. Que cocina solo. Que se junta con los pobres. Que habla varios idiomas. Que es misionero. Que viene de una familia migrante. Que ha dado la vuelta al mundo dos veces. Y cada gesto nos parece calculado. Porque si fuera humilde de verdad, no lo mostraría. Y si lo muestra, ¿qué busca? ¿Quién se beneficia? ¿Qué quiere limpiar?

Tal vez no hizo nada grave. Tal vez se olvidó de devolver un libro a la biblioteca de Dolton. Tal vez dijo alguna barbaridad sobre la homosexualidad o la familia, hace poco o hace tiempo, y alguien se la cobrará. Tal vez sobrevivió a la Curia sin traicionar por completo sus principios. Pero eso ya es motivo de sospecha. Sobrevivir ahí sin romperse, sin quebrarse, sin perder el alma, parece más milagroso que los que canonizan. Y no creemos en milagros. Ya no.

Lo escuchamos hablar. Su voz tranquila, su rostro sereno. Italiano, español. Dice lo que hay que decir. Justicia, paz, compasión, reforma. Repite palabras nobles como quien repite salmos. Y, sin embargo, algo no encaja. No es por lo que dice, sino por lo que no dice. O por cómo lo dice. O por quién le permite decirlo. Si puede decirlo, ¿es porque no representa una amenaza? ¿Porque ya lo han absorbido? ¿Porque lo necesitan?

Más en New York Diario:  Tatuarse en Nueva York fue ilegal hasta 1997

Lo miramos con el descreimiento de quienes alguna vez creyeron. Y por eso molesta más. No porque esperemos que sea un santo, sino porque estamos cansados de farsas. Cansados de próceres improvisados. Cansados de redentores que terminan acomodados en el sillón del poder y bendicen lo mismo que antes denunciaban.

Y, sin embargo, algo resiste al cinismo absoluto. Una parte mínima, desgastada, pero viva, quiere que este Papa sea diferente. Que esta vez no todo sea un montaje. Que no repita los mismos guiones ajenos. Que no esté actuando. Que le tiemble la voz por sentir, no por estrategia. Que cuando diga “pobres”, piense en personas, no en cifras. Que cuando hable de perdón, lo haga sabiendo lo que cuesta perdonar. Que cuando hable de paz, actúe en consecuencia. Que cuando mencione a Dios, no se lo apropie.

No esperamos pureza. Nadie es puro. Pero sí un poco de coraje. Un poco de verdad. Que no le tema al conflicto. Que no pacte por comodidad. Que no repita la historia que ya conocemos de memoria.

Por eso lo miramos con desconfianza, pero no con indiferencia. Porque todavía importa. Todavía hay algo que podría cambiar. Algo ínfimo, pero posible. Algo moral o ético, que es para lo que tenemos religiones. O para lo que deberíamos tenerlas. Un modo de estar en el mundo sin cinismo total. Una grieta por donde se cuele la esperanza. Aunque no lo digamos. Aunque nos burlemos. Aunque finjamos no esperar nada.

Porque si no esperáramos nada, no miraríamos.

Y estamos mirando.

English.

Últimos artículos

Dejar testimonio y mantenerse alerta

por Allissa V. Richardson Han pasado cinco años desde el 25 de mayo de 2020,...

A la memoria del webmaster

por Haley Bliss Hubo un tiempo en que todo sitio tenía uno. No un manager...

¿Por qué recibo tantas encuestas políticas en mi teléfono?

por Rachel Kahn Tu teléfono vibra. ¿Será un amigo que te invita a un happy...

Gatos negros y calendarios rotos

por Camille Searle El problema con la mala suerte no es que creamos en ella,...

Chats noirs et calendriers cassés

par Camille Searle Le problème avec la malchance, ce n’est pas qu’on y croit, c’est...

Black Cats and Broken Calendars

by Camille Searle The problem with bad luck is not that we believe in it,...

Tom Cruise y el pacto del cine

por Sarah Díaz-Segan Fui a ver Misión: Imposible – The Final Reckoning. Pasé un buen...

Tom Cruise and the Cinematic Pact

by Sarah Díaz-Segan I went to see Mission: Impossible – The Final Reckoning. I had...

Esta vez el humo de los incendios forestales es todavía más tóxico  

por Matt Simon Más de doscientos incendios forestales arden en el centro y oeste de...

Hazlo como en Nueva York

por Mara Taylor Crees que estás viniendo a Nueva York. Crees que estás llegando. Entrando....

New York Like You Mean It

by Mara Taylor You think you’re coming to New York. You think you’re arriving. Entering....

Wally siempre quiso ser encontrado

por Sabrina Duse Wally nunca estuvo escondido. Las rayas rojas y blancas, el gorro con...

Wally Always Wanted to Be Found

by Sabrina Duse Wally was never hiding. The red-and-white stripes, the pom-pom hat, the glasses...

Las selfies de Walt Whitman

por Trevin Corsiglia Cuando leo y estudio la poesía de Walt Whitman, a menudo imagino...

La ciencia ficción nos entrenó para vivir este tiempo absurdo

por Dan Cappo Ya vimos este episodio, y todavía lo estamos viendo Ya sabemos cómo termina...

Sigue leyendo

Dejar testimonio y mantenerse alerta

por Allissa V. Richardson Han pasado cinco años desde el 25 de mayo de 2020,...

A la memoria del webmaster

por Haley Bliss Hubo un tiempo en que todo sitio tenía uno. No un manager...

¿Por qué recibo tantas encuestas políticas en mi teléfono?

por Rachel Kahn Tu teléfono vibra. ¿Será un amigo que te invita a un happy...