por Jessalynn Keller, Aimee Koristka y Shena Kaul
El 3 de octubre, la superestrella del pop e ícono cultural Taylor Swift lanzó su décimo segundo álbum de estudio, The Life of a Showgirl, con mucha expectativa pública. Pero cuando llegaron las reseñas, fueron mixtas.
Mientras que Rolling Stone alabó el álbum por presentar "giros sonoros nuevos y emocionantes", The Guardian lo criticó como "un soso y deslucido despliegue de una estrella que parece agotada".
De manera similar, las Swifties tuvieron reacciones variadas. Mientras que algunas bailaron con el pegadizo coro de "Opalite", otras criticaron que la composición carecía de la profundidad y el matiz de los álbumes anteriores de Swift. Pero quizás lo que generó la mayor controversia...
por Jessalynn Keller, Aimee Koristka y Shena Kaul
El 3 de octubre, la superestrella del pop e ícono cultural Taylor Swift lanzó su décimo segundo álbum de estudio, The Life of a Showgirl, con mucha expectativa pública. Pero cuando llegaron las reseñas, fueron mixtas.
Mientras que Rolling Stone alabó el álbum por presentar "giros sonoros nuevos y emocionantes", The Guardian lo criticó como "un soso y deslucido despliegue de una estrella que parece agotada".
De manera similar, las Swifties tuvieron reacciones variadas. Mientras que algunas bailaron con el pegadizo coro de "Opalite", otras criticaron que la composición carecía de la profundidad y el matiz de los álbumes anteriores de Swift. Pero quizás lo que generó la mayor controversia...