por Brett Marsh
Nueva York es el estado más reciente que impulsa la prohibición de la venta de vehículos nuevos a gasolina para 2035.
Nueva York se une a los estados de Massachusetts y Washington para seguir los planes de California, que el 25 de agosto aprobó la primera medida del país que prohíbe la venta de automóviles nuevos a gasolina para 2035.
La medida de Nueva York es parte de un impulso nacional para la propiedad generalizada de vehículos eléctricos, respaldado por la Administración Biden como parte de sus políticas climáticas. Además, Nueva York estableció una meta para 2050 de reducir las emisiones de los vehículos en un 85 por ciento con respecto a los niveles de 1990. El estado también planea electrificar por completo su flota de autobuses escolares para 2035. Un informe estatal de emisiones de 2021 encontró que el transporte era responsable del 28 por ciento de las emisiones totales de gases de efecto invernadero.
Tanto Washington como Massachusetts pusieron en marcha de inmediato sus propios planes para prohibir las ventas de vehículos nuevos a gasolina después de la decisión de California. Los dos estados tienen las llamadas leyes de activación, que los obligan a seguir las políticas de reducción de emisiones que se implementen en California. Si bien el mandato de Washington tiene una fecha límite idéntica de 2035, el estado espera eliminar por completo las ventas de vehículos nuevos a gasolina para 2030.
La regulación de Nueva York entrará en vigencia por etapas para alcanzar el objetivo del estado para 2035. El 35% de los automóviles nuevos comprados deberán ser de cero emisiones para 2026 y el 68% para 2030.
Pero promover la adopción de vehículos eléctricos y reducir las emisiones del transporte requerirá un camino más fácil para que los hogares de bajos y medianos ingresos puedan comprar un vehículo eléctrico. Para abordar la asequibilidad, Nueva York brinda asistencia a los posibles compradores de vehículos eléctricos en forma de créditos fiscales, además de los existentes disponibles a través de la Ley de Reducción de la Inflación.
En todo el país, la falta de acceso a la infraestructura de carga sigue siendo una barrera importante para muchos de los hogares y comunidades de color de bajos ingresos del país. La semana pasada, EVolve NY, un programa de la Autoridad de Energía de Nueva York, la empresa de energía pública estatal más grande del país, celebró la finalización de su estación de carga de alta velocidad número 100, parte de una red estatal. Los defensores de los vehículos eléctricos argumentan que priorizar la ubicación de las estaciones de carga del país a lo largo de las principales autopistas podría fomentar los viajes de larga distancia, pero pasaría por alto muchos vecindarios urbanos de bajos ingresos. Si bien un puñado de ciudades se está asociando con el sector privado para proporcionar infraestructura de carga en la calle, persisten las preocupaciones sobre el acceso a las estaciones de carga para quienes viven en apartamentos o no tienen estacionamientos.
Los riesgos para la salud asociados con la contaminación del aire vehicular tienen un impacto desproporcionado en las comunidades más desfavorecidas del estado, a menudo negros, indígenas y latinos de bajos ingresos, que tienen más probabilidades de vivir junto a las rutas de tránsito con mucho tráfico de vehículos. Un informe de este año de la American Lung Association encontró que una transición al 100% de ventas de vehículos de cero emisiones evitaría 110.000 muertes prematuras, tres millones de ataques de asma y más de 13 millones de días de trabajo perdidos debido a la contaminación del aire.
Fuente: Grist/ Traducción: Sarah Díaz-Segan