por Kimberley D. McKinson
El 30 de mayo de 2020, sintonicé la televisión para ver el lanzamiento de la Crew Dragon de SpaceX desde Cabo Cañaveral, Florida. La Dragon, la primera nave espacial que despegaba desde suelo estadounidense en casi una década, anunciaba el amanecer de una nueva era de colonización espacial.
Mientras veía a los astronautas en la televisión vestidos con trajes futuristas hechos a medida preparándose para el despegue, mi mente se inundó de recuerdos de mi infancia en Jamaica. Cuando era niña en los años 90, pasaba horas estudiando mis enciclopedias Childcraft. Me encantaba especialmente el grueso volumen de colores brillantes titulado Nuestro universo, donde podía enterrar mi cabeza en las estrellas y alimentar...
por Kimberley D. McKinson
El 30 de mayo de 2020, sintonicé la televisión para ver el lanzamiento de la Crew Dragon de SpaceX desde Cabo Cañaveral, Florida. La Dragon, la primera nave espacial que despegaba desde suelo estadounidense en casi una década, anunciaba el amanecer de una nueva era de colonización espacial.
Mientras veía a los astronautas en la televisión vestidos con trajes futuristas hechos a medida preparándose para el despegue, mi mente se inundó de recuerdos de mi infancia en Jamaica. Cuando era niña en los años 90, pasaba horas estudiando mis enciclopedias Childcraft. Me encantaba especialmente el grueso volumen de colores brillantes titulado Nuestro universo, donde podía enterrar mi cabeza en las estrellas y alimentar...