por Tara Valencia
No soy católica. No creo en la transubstanciación, ni en la infalibilidad papal, ni en la santidad de los objetos. No me arrodillo ante ningún altar. No me confieso. No me interesa la estructura ritual de la Iglesia, ni sus dogmas, ni sus jerarquías. Y, sin embargo, hoy, con su muerte, me doy cuenta de que le tomé cariño a Francisco.
Fue un Papa raro. No por excéntrico, sino por disonante. El primero de América, no solo de América Latina. Argentino, porteño, peronista en el sentido más abstracto del término: contradictorio, sensible, barroco, astuto. Jesuita que eligió llamarse Francisco. Sencillo, pero no ingenuo. Conservador, pero capaz de decir cosas que no se suponía que...
por Tara Valencia
No soy católica. No creo en la transubstanciación, ni en la infalibilidad papal, ni en la santidad de los objetos. No me arrodillo ante ningún altar. No me confieso. No me interesa la estructura ritual de la Iglesia, ni sus dogmas, ni sus jerarquías. Y, sin embargo, hoy, con su muerte, me doy cuenta de que le tomé cariño a Francisco.
Fue un Papa raro. No por excéntrico, sino por disonante. El primero de América, no solo de América Latina. Argentino, porteño, peronista en el sentido más abstracto del término: contradictorio, sensible, barroco, astuto. Jesuita que eligió llamarse Francisco. Sencillo, pero no ingenuo. Conservador, pero capaz de decir cosas que no se suponía que...